Intolerancia a la fructosa
SOBRE LA PRUEBA
La prueba consiste en administrar por vía oral una solución de fructosa y recolectar el aire espirado a distintos tiempos (cada 30 minutos), para determinar así la cantidad de hidrógeno y/o metano exhalado a través del aliento. La duración total de la prueba es de 3 horas y media (210 minutos).
En condiciones normales la fructosa es absorbida en el intestino delgado. Si existe una insuficiente absorción de la fructosa debido a un déficit en su transportador intestinal, esta alcanza el intestino grueso donde es fermentada por las bacterias residentes, produciendo gases (hidrógeno y/o metano) que son absorbidos parcialmente por la sangre y expulsados a través del aliento. De este modo, según los resultados obtenidos de hidrógeno y/o metano espirado para cada toma, podemos detectar una posible intolerancia a la fructosa.
Para la interpretación de los resultados deberás acudir a un especialista que conozca tu situación clínica, siendo esto imprescindible en el caso de que alguno de los resultados sea positivo.
Sobrecrecimiento bacteriano (SIBO) + IMO
Detección de sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) y sobrecrecimiento metanogénico intestinal (IMO).
DESCRIPCIÓN:
El TEST DE HIDRÓGENO Y METANO ESPIRADO es una prueba funcional para evaluar el sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado (SIBO) y sobrecrecimiento intestinal metanogénico (IMO), o bien, determinadas intolerancias alimentarias a carbohidratos.
Para la detección de SIBO y/o IMO se administra lactitol o lactulosa que, en condiciones normales, fermenta en el intestino grueso por las bacterias y arqueas (metanógenos), generando hidrógeno y metano. Estos gases difunden parcialmente a la sangre y se eliminan por el aliento. No obstante, en función de los valores obtenidos de hidrógeno y metano espirado en distintos tiempos y la evolución de los datos, esta prueba permite detectar un SIBO y/o IMO.